Un ejemplo de cómo los medios manipulan la información

Que todos los medios de comunicación ‘cocinan’ las noticias en función de sus intereses es un hecho que es vox populi. Pero una cosa es que ofrezcan el lado de la información que les conviene y otra muy distinta que  intenten hacer pasar un texto de opinión por una noticia.

Es el caso de una información publicada en el suplemento local madrileño del diario El País del 8 de marzo de 2011. El texto en cuestión se titula “La claque recibe a Aguirre” y hace referencia a la vuelta al trabajo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, después de haberse sometido a una operación para extirparle un tumor. Lo que destaca de esta información es que su objetividad brilla por su ausencia. Y, aunque es cierto que es imposible ser 100% objetivo, un periódico debe guardar cierta apariencia de imparcialidad, al menos para no perder la credibilidad entre sus lectores.

Para comprender en qué medida se ha manipulado la forma de contar este hecho basta con fijarse en algunas de las frases que aparecen en el artículo. En primer lugar, el titular ya es esclarecedor: en vez de limitarse a enunciar que Esperanza Aguirre vuelve a la vida pública tras su operación emiten un juicio de valor con el título “La claque recibe a Aguirre” y el subtítulo “Cargos y diputados adulan a la presidenta en el primer acto tras su operación”.  Cabría preguntarse en qué se ha basado la redactora (Soledad Alcaide) para deducir esa ‘táctica de peloteo’.

Puede que el titular este en lo cierto y algunas personalidades hayan acudido a adular a la presidenta. Pero al carecer de elementos que prueben esta afirmación (declaraciones de estas personas, por ejemplo), la periodista no debería ‘vendernos’ este titular como uno propio de un texto informativo.

En segundo lugar, algunas de las frases que componen el texto también están cargadas de subjetividad o al menos de descripciones de acciones dudosamente demostrables. Para ello, podemos poner como ejemplo el primer párrafo del artículo (la negrita es mía):

“El regreso de Esperanza Aguirre tras 10 días de convalecencia por una operación de cáncer de mama convirtió ayer una anodina presentación de un servicio sanitario regional en todo un acto de homenaje a la presidenta, con ovación incluida. No solo por la presencia de varias decenas de medios de comunicación (algo habitual en algunos actos de la presidenta), sino por la amplia representación de cargos y diputados regionales que fueron a adularla para asegurarse un puesto en la candidatura”.

Que ese párrafo exhuma opinión es algo de lo que no es muy difícil percatarse. Igual que en el titular se da por hecho “que fueron a adular” a Aguirre “para asegurarse un puesto en la candidatura”. Asimismo, tanto en este párrafo como en los posteriores, el uso de la lengua pone de manifiesto de nuevo que detrás de la noticia se esconde (de un modo nada sutil) un artículo de opinión. Tan sólo hay que prestar atención a la utilización de adjetivos valorativos (‘anodina’ presentación) en vez de descriptivos o de expresiones tales como “ahora a unos y a otros les toca hacerse ver para que no se les escape un puesto seguro en la candidatura” (la negrita es mía otra vez).

No cabe duda de que la información es parcial e incompleta. Parcial porque se centra criticar y/u opinar sobre la actitud de los diputados y cargos del PP que acudieron al acto e incompleta porque obvia partes de la misma. Por ejemplo, sólo se menciona de pasada el evento al que acudido la presidenta sin explicar en qué consiste. En concreto, tal y como se afirma en la web de la Comunidad de Madrid, se trataba de la presentación de un proyecto para reconocer a los pacientes por su huella digital. No obstante, la redactora que escribió la información sólo menciona que se trata de una “presentación de un servicio sanitario regional”. Podemos deducir que no se ha querido dar publicidad a los proyectos de la comunidad madrileña debido a que la línea ideológica de El País suele ser contraria a la del Partido Popular (grupo que gobierna en Madrid), pero estaríamos cayendo en el mismo error que la periodista que redactó esta información: opinar sin una argumentación coherente. Aunque en nuestro caso sería fácil defender nuestra afirmación, pues nos bastaría un análisis de las noticias publicadas en el diario para comprobar su ideológica y para saber si son informaciones son más favorables al PSOE o al PP.

Otro elemento que nos demuestra que la información es incompleta es que no incluye el nombre de los cargos y diputados populares que acudieron a la presentación (según La Razón, asistieron cinco consejeros de la comunidad: Ignacio González, Francisco Granados, Engracia Hidalgo, Javier Fernández Lasquetty y Lucía Figar). Quizás no es un dato relevante, pero al obviarlo nos da a entender de forma indirecta cómo han querido orientar la noticia. Y todo esto sin tener en cuenta que cualquier manual de periodismo establece que hay que ser lo más concreto y exacto que se pueda a la hora de elaborar una información, es decir, que si sabemos los nombres de los cargos que han asistido a un evento, hay que incluirlos (al menos el de los personajes más relevantes como Francisco Granados). El propio David Randall afirma en El Periodista Universal que hay que ser precisos y “evitar las descripciones y los adjetivos ambiguos y valorativos”.

Por último, no está de más analizar cómo trataron está noticia otros diarios generalistas españoles. Hay que destacar que el tratamiento recibido va desde la información hasta la opinión. En el caso de El Mundo, la noticia se tituló “Aguirre vuelve a la vida pública: me encuentro muy bien gracias a Dios” y se centra más en las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid que en el apoyo que tuvo en el acto. En Público la noticia se redujo a un breve (“Aguirre reaparece tras su operación”) en la sección de política en el que simplemente se informaba de le reincorporación de Aguirre. En ABC además de la información sobre el acto, se incluyo un pequeño texto en el editorial del periódico llamado “Vuelve la presidenta”. Conviene resaltar, que en este último,  se valora el evento, pero en el contexto correcto: en las páginas de opinión del diario, no como en la información de El País que hemos examinado.

Por otra parte, en internet  la información también varía y se trata con más objetividad en unos medios que en otros. Por poner un ejemplo, podemos contrastar lo que publicó el diario digital Heraldo.es, que se limita a reproducir una nota de prensa de Europa Press que titula “Esperanza Aguirre retoma su actividad política”, y Libertad Digital, que utiliza un video con el nombre “Aguirre aclamada en su regreso a la actividad política”.

Como conclusión, cabe señalar que es lícito que un medio de comunicación de aborde la información de acuerdo a sus principios e ideología. Sin embargo, una cosa es ofrecer una noticia con unos matices concretos y otra muy distinta introducir opiniones en sin avisar al lector de ello y en textos que son ‘supuestamente’ informativos.

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